Leer y escribir

Les voy a mentir
Hoy se hacen dos años y medio que siempre tengo una libreta pequeña y una lapicera en el bolsillo.

Digo que les voy a mentir porque es un tiempo aproximado.

Fue recomendación de un libro*. Viste cuando estás en la ducha y tenes la mejor idea del mundo, o vas en el colectivo y algo hace clic, todo es muy claro por un segundo, te quedas pensando: voy a hacerlo, esta es la solución, esto va a cambiar la vida de alguien, la mía, la de otro, la de todos, esto importa.

Pero te olvidaste, porque detrás de ese pensamiento siempre viene otro. Ni te diste cuenta y si te pregunto cuál era la idea seguro la perdiste, pero conoces el sentimiento. Por eso la libreta.
Aunque también lleva la lista del super, el número de un amigo, una dirección del algún lugar, listas de tareas, cosas mundanas que le dicen.

Si estás leyendo esto significa que sabes leer (je), voy a asumir entonces que también sabes escribir.
¿Que fue lo último que escribiste?
¿Para que lo escribiste?
¿Para quién lo escribiste?
¿Por qué?

¿Que fue lo último que leíste?
¿Para que lo leíste?
¿Quién te recomendó esa lectura?
¿Por qué lo leíste?

Tengo la teoría (robada, por supuesto) de que de todas las personas que saben leer y escribir, son pocas las que realmente leen y escriben con un fin que trascienda la comunicación o su sentido estrictamente práctico. Pienso en mis amigos, en mi familia, en la gente que conozco; pensá en tus amigos, en tu familia, en la gente que conoces:

¿Cuantos de ellos leen y escriben para pensar?
¿Cuantos de ellos leen y escriben para conocer, por el placer de conocer?
¿Cuantos de ellos leen y escriben para crecer?
¿Cuantos de ellos leen y escriben para sentir y descubrir?


¿Cuantos de ellos leen y escriben por obligación?


Hoy vengo a reivindicar la lectura, porque quiero volver a leer
Hoy vengo a reivindicar la escritura, porque quiero compartir lo que escribo
Más de una vez me atacó este pensamiento:

¿A quién le va a importar lo que yo escriba?
Lo que escribo es irrelevante, a nadie le importa.

Hoy abandono esa actitud, subestimar una idea es asesinarla sin piedad.

Escribí
Escribí para vos
Escribí para todos
Escribí para pensar
Escribí para hablar
Escribí para reforzar
Escribí para disentir
Escribí para crear
Escribí para destruir
pero Escribí

No dejes que el regalo del pensamiento se llene de polvo.
Anda a la librería más cercana, pedí una libreta y una lapicera, azul o negra, la que pinte.

Sus hojas son blancas, rayadas, con renglones, tapas de cartón
circunstancialmente huelen a nuevo, después huelen a yo
por último terminan oliendo a madera
Libreta N° 20 - 40 hojas. Siempre
Industria Argentina. Siempre
7 798126 040019
elegida al azar de un montón de libretas n°20 de industria argentina con 40 hojas que habían en una librería, me costó $18 y no hay objeto en mi vida que me acompañe de manera tan omnipresente o que me resulte tan imprescindible.

Anda a la librería más cercana, pedí una libreta y una lapicera, azul o negra, la que pinte.




*"Ágilmente" de Estanislao Bachrach (Se los recomiendo, es bastante práctico y baja a la tierra y a la cotidianeidad algunas ideas de neurociencia y psicología)

Comentarios

  1. Por donde andar aquella libreta robada? Ojalá haya sido leida por ese caco, ignorante, ignorando lo que hacia y le cambie la visión. Tal vez en el futuro leamos algo de el. Aunque sea el relato de un gran robo, como el de aquella número 20. Abrazo hermano, muchas gracias por esctibir y compartir. Atte. Marcos

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